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Productores con los pies en la tierra

Historias de éxito

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Trabajar en el mundo del cine, hacer producciones audiovisuales y participar en los festivales internacionales de cinematografía pueden llevar a vivir en un ’mundo de celuloide’, en donde la ficción llega a reemplazar a la realidad. Por eso, Diego Ramírez propuso que su productora se llamara 64A Films, por la nomenclatura de la carrera en la que creció y jugó a ser director de cine junto a sus vecinos del barrio El Limonar, al sur de Cali.
Curiosamente, su socia y cofundadora, Nancy Fernández, también vivió su infancia a pocas cuadras de la casa de Diego, aunque se conocieron varios años después en Parquesoft. Ambos se definen como empresarios de Excel, que entienden de números, indicadores y resultados de negocio, por lo que siempre han tenido un gran sentido de realidad sobre los riesgos de la industria creativa en la que decidieron hacer empresa.

Entre aviones, sets de grabación y negociaciones con clientes de la talla de Netflix, estos caleños también sacan tiempo para pedirle al Congreso de la República que eviten el desmantelamiento del Fondo de Desarrollo Cinematográfico, previsto en la Reforma Tributaria presentada por el Gobierno. ”Los pequeños productores se nutren de ese Fondo para hacer sus producciones y nosotros nos hemos beneficiado del mismo para sacar adelante películas como Ciudad Delirio, Todos Tus Muertos, Lavaperros y Matar a Jesús”, dice Nancy, administradora de empresas con más de 20 años de experiencia en reconocidas compañías de diversos sectores.

El empuje de Nancy y los sueños de Diego, ingeniero industrial y graduado en producción de cine, se juntaron en 2010, para darle vida a la productora de cine que ha sido reconocida en los más importantes festivales de la industria. Sin embargo, la evolución de la industria del entretenimiento los llevó a incursionar en las producciones para televisión por streaming y las series web con Entre Panas, una producción que ha tenido más de 10 millones de visualizaciones en Youtube.

En 2015 ingresaron a Valle Impacta un programa de la Plataforma de Emprendimiento Extraordinario de la Cámara de Comercio de Cali, con el propósito de crear un pool de escritores. En este espacio contaron con el acompañamiento de expertos y mentores que los guiaron sobre alternativas para resolver otro de sus grandes retos: conseguir inversión para apalancar sus propias producciones.

Si bien a ratos se sentían los chicos raros de la clase, porque algunos de los contenidos del programa estaban diseñados para empresas de actividades manufactureras, las sesiones con el asesor Luis Flórez detonaron todo el potencial que tenían, llevándolos a realizar renuncias estratégicas. Así, en 2017 decidieron cerrar la unidad de producción de contenidos para publicidad, a pesar de que les estaba dando un buen flujo de caja, pero les quitaba tiempo y energía para dedicarse a lo suyo.

“Teníamos claro que era más negocio hacer un proyecto para televisión que para cine, además también estábamos preparándonos para vender los proyectos a las plataformas de televisión por streaming, que estaban entrando en su auge. Para lograrlo, teníamos que construir unas ‘biblias’ sobre una historia, en donde se describen los personajes, el ambiente, todo lo que tiene que ver con la historia”, explica Nancy.

Con el auspicio de la CCC y la cofinanciación de la Secretaría de Desarrollo Económico de Cali y de la Universidad del Valle, lograron hacer un piloto para la generación de contenido, desarrollando una convocatoria entre escritores. Como resultado, se eligieron seis personas para desarrollar las historias que se presentaron en el Mercado Internacional de Producción Cancún 2019-2020 (MIP). “Aunque ese año no concretamos negocios, en 2020 sí logramos que Discovery manifestara su interés para la producción de dos series documentales que deben estar al aire en noviembre de este año”, dice con gran emoción la gerente general de 64A Films.

Haciéndole el quite a la pandemia



El Covid-19 dejó con los crespos hechos al equipo de trabajo, pues tenían previsto estrenar Lavaperros en el primer trimestre del 2020, pero todo se congeló. Su agente internacional de ventas, de origen español, ya había vendido Lavaperros a Netflix para transmitirla en Norteamérica, España y Portugal, una vez se hubiera proyectado en las salas de Cine Colombia, que para la fecha estaban cerradas.

Pero en julio les propusieron anticipar el estreno en Italia, Francia y América Latina, con lo que negociaron las condiciones establecidas con la empresa exhibidora y el 5 de marzo de 2021 se estrenó en Netflix. “Hoy estamos en el top 10 en los países de Iberoamérica, es la primera película colombiana que logra este hito, y el 82% de la audiencia la ha visto hasta el final, ese es un gran logro. Con esas métricas, ya nos preguntaron qué más tenemos para presentarle a Netflix”, dice con orgullo Nancy.

Si bien esta plataforma les da un espaldarazo ante otros competidores, el negocio no resulta tan redondo en la medida en que los pagos por los derechos se difieren a cuatro años, con abonos trimestrales. Así que el reto de la financiación sigue sobre la mesa.

El sueño de tener el pool de escritores se va consolidando poco a poco, pues ya tienen un equipo de creativos desarrollando ‘biblias’ para Nickelodeon, Sony, Caracol y Telepacífico, y trabajan a riesgo compartido.

Las vidas de Diego y Nancy son de adrenalina pura, pero lo disfrutan al máximo. Funcionan como un reloj en los negocios, ambos entienden los números, Nancy busca los nuevos negocios y Diego es el que habla con las plataformas. Y de vez en cuando aterrizan cuando recuerdan que hace varias décadas jugaron y soñaron con hacer cine en la carrera 64A, del barrio El Limonar, al sur de Cali.

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