A cambiar el chip
VolverA cambiar el chip
26 Nov 2015
Propiciar un cambio cultural y de mentalidad, que impulse el emprendimiento de alto impacto, es uno de los grandes retos que se ha impuesto la Cámara de Comercio de Cali. Perseverancia, coraje, pasión, confianza, riqueza y proyección forman parte de este nuevo lenguaje.
Quienes conocen a Katrin Nyfeler están de acuerdo en que, en pocas palabras, es una dura. Esta administradora de empresas, especialista en mercadeo y derecho con estudios en finanzas y psicología, fue vicepresidente de destacadas multinacionales, miembro de junta directa de grandes compañías y consultora en temas de estrategia empresarial. Pero cuando anunció que se retiraba de la rutilante vida corporativa para emprender un negocio en las artes todo el mundo se le fue encima.
En contra de las advertencias de su familia y algunos amigos sobre los riesgos de abandonar lo que consideraban seguro y de gran valía social, Katrin se asoció con la reconocida actriz payanesa Alejandra Borrero para fundar Casa Ensamble, el primer multiplex de teatro en Colombia que innovó en la manera de disfrutar este arte. Pero ella no es la única que en su momento enfrentó el ‘estigma’ de ser emprendedor, una visión local sombría de un rol que en países como Estados Unidos es altamente valorado y promovido por ser una pieza fundamental del engranaje que mueve el desarrollo económico.
De hecho, una de las conclusiones del reporte Escalando el emprendimiento, elaborado por The Breakthrough y que sentó las bases de la creación de iNNpulsa Colombia, fue que el indicador de la mentalidad era una de las mayores barreras para emprender, incluso se ubicó por encima de la financiación en la lista de inhibidores para alcanzar emprendimientos de alto impacto.
En el concepto de mentalidad se involucran aspectos relacionados con las actitudes que manifiestan los colombianos frente a la quiebra o el fracaso, la validez social del emprendedor, la legitimidad del emprendimiento como forma para alcanzar riqueza y la percepción de los emprendedores sobre su capacidad de obtener grandes éxitos. Todo un imaginario que durante décadas estuvo influenciado por la premisa de que ser empleado era una de las mejores opciones para ascender económica y socialmente.
Lo bueno es que estas creencias han comenzado a cambiar. Según el Global Entrepeunership Monitor 2014, ya en Colombia un gran porcentaje de las personas manifestó su deseo de emprender, aunque más con el objetivo de lograr la independencia económica que con la premisa de generar empresa y riqueza.
La apuesta de Cali
Si bien aún hay mucho trabajo por hacer, finalmente se ha logrado poner el foco en este aspecto tan esencial para transformar la calidad del emprendimiento en el país. “Lo que hemos hecho es poner el concepto de mentalidad y cultura en el centro de la discusión acerca de la competitividad y el crecimiento empresarial”, afirma Catalina Ortiz, mentora de Valle Impacta que recientemente dejó la gerencia general de iNNpulsa Colombia, la institución que ha venido difundiendo la transformación de mentalidad en sus diferentes acciones a nivel nacional.
En Cali este proceso ha sido liderado por la Cámara de Comercio, que a través de programas como Valle E, Valle Impacta y Cali MeetUp fomenta una cultura positiva en torno a emprender, la aceleración del crecimiento, el escalamiento, el networking y la transferencia de conocimiento. “Actualmente, esos actores trabajan de manera colaborativa y son menos recelosos de contar en qué están trabajando –asegura Ortiz-. Esto incluye, por ejemplo, los Fuck Up Nights donde la gente se reúne a contar sin tapujos cómo ha fracasado”.
Mediante estas actividades, que congregan a cientos de emprendedores y empresarios, se ha procurado cambiar el chip cultural, ya que de acuerdo con los análisis realizados por la CCC, quienes querían crear empresa se debatían ante el miedo a tomar decisiones o a ser juzgados por su entorno familiar o social. Ahora, se propende por la creación de un nuevo diálogo basado en códigos como la perseverancia, el coraje, la pasión, la confianza y la proyección.

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